lunes, 15 de junio de 2009

Living the life in the Gold Coast + Enjoying Coogee


El fin de semana pasado, Australia celebró los 83 años de The Queen. Y con eso, un esperado fin de semana largo, un bien muy preciado y escaso en el calendario aussie. El cumpleaños de Doña Elizabeth en realidad es en Abril, pero se celebra tradicionalmente en esta fecha, un dato que hace que los australianos 'separatistas' y anti monarquía tengan más argumentos para querer desligarse de la señora, que aparte de aparecer en el billete de $5, no es mucho lo que influye por estos lados. Todos los diarios y programas de televisión -dato freak: primera vez que veo TV en los últimos 5 meses, como que se me había olvidado que existía- le dieron como caja al tema.

El día de la mudanza de mi depto. me despedí de mis flatmates Enzo y Elena, vendí algunos bienes muebles con altas rentabilidades, nos tomamos las últimas fotos de despedida, le entregué mis llaves a mi landlord Eric y me fui en taxi a dejar mis maletas al depto. de Jillian en Coogee, antes de partir al aeropuerto con Marco ,a encontrarnos con Sebastien y Helene para partir por el fin de semana largo y parte del "study" period de UNSW a Gold Coast. En UNSW dan este 'break' de una semana libre entre el último día de clases y el inicio del período de exámenes. Por supuesto, como buenos exchange, nos fuimos de viaje mientras los aussies locales se quedaron estudiando... ahora entiendo tan bien a los gringos de intercambio en la UC que se iban a la Isla de Pascwa o a la Patagownia justo antes de las semanas de pruebas mientras los alumnos chilenos perdíamos años de vida estudiando... al parecer son los beneficios de la vida exchange.

Cuando ya estábamos sentados arriba del vuelo camino a la pista para despegar, de repente se volvieron a prender las luces y avisaron por alto parlante que volveríamos al terminal por "asuntos operacionales", ajáaaaa... eso de temas operacionales siempre huele a 'bullshit', y en efecto lo era... nada de problemas operacionales: apenas llegamos de nuevo a la manga dieron la orden de permanecer sentados con cinturón puesto, se abrieron las puertas del avión y se subieron un team de por lo menos 7 pacos aussies armados y con chaleco anti balas que pasaron corriendo por el pasillo hacia la cola del avión. Como se imaginarán, la gente se exaltó sólo un 'poco', nadie sabía lo que pasaba, la gente se paraba, miraban hacia atrás, preguntaban qué pasaba a las azafatas y éstas se hacían las desentendidas, las señoras llamaban por celular a despedirse de sus familiares por última vez... una locura... y mientras yo miraba toda esta escena sin poder creer lo que estaba pasando (nos había tocado en asientos separados a todo el grupo), pero con el escepticismo necesario como para no tomármelo tan en serio. Al poco rato y después de varias carreras de azafatas que corrían en todas las direcciones por el pasillo, pasaron de vuelta los 'aussie cops' con 3 pasajeros con pinta de maleantes y esposados, para bajarlos del avión. Después de esto -y con una hora de atraso- volvimos a la pista de despegue, y sin ninguna explicación de lo que había pasado llegamos finalmente y sin más problemas al aeropuerto de Coolangatta.





Gold Coast no es un pueblo, sino que es toda un área de la costa Este de Australia y que abarca el norte de New South Wales y el Sur de Queensland. Esta zona es famosa por tener las mejores playas para el surf y es un destino turístico veraniego muy popular para las familias australianas. El único aeropuerto del área está en Coolangatta, un pueblucho sin mucho brillo más que sus buenas olas surfer. Esto era algo que el marketing Lonely Planet maquillaba muy bien, pero ya teníamos pagadas 2 noches de hostal ahí así que teníamos que quedarnos. El hostal era de la cadena YHA, que en el mundillo 'backpackers hostel' es como un sello de calidad que te asegura un lugar limpio y con buenas instalaciones... pero JUSTO éste era la excepción de esa regla... más que un hostal, parecía un albergue para los homeless del pueblo. En nuestra pieza habían 2 viejos que parecía que llevaban viviendo ahí un buen tiempo, porque poco les faltaba para tener cocina propia y living-comedor adentro de la pieza. Se encargaron de retarnos cada vez que entrábamos a buscar algo a las mochilas y nos hicieron saber que no aceptaban que prendiéramos la luz para ubicarse en la pieza antes de acostarnos. Por suerte, justo durante el fin de semana había un festival de Rock&Roll en el pueblo, o más que sólo R&R, era como un homenaje a los años '60s y por lo que pudimos investigar, atraía a gente de todas partes de Australia, un gran evento. El pueblo estaba lleno de autos antiguos expuestos en todos los parques, en todas las calles y en el parque en el borde de la playa, y junto con eso, escenarios donde varios grupos tocaban música, una feria de juegos tipo Mampato, varias plataformas especiales donde la gente bailaba y miles de kioscos donde vendían todo tipo de comidas. Era un espectáculo ver a todos estos personajes pelando el cable con la onda sesentera, vestidos especialmente para la ocasión y totalmente inmersos en la época, realmente era como estar ahí, viviendo los '60s.




Luego de pasar un día completo en Coolangatta, pasamos a buscar nuestro auto arrendado y nos fuimos hacia el sur, a Byron Bay. Este lugar sí que se pasó! Además de la playa increíble, la arena blanca, el agua tibia, el faro, las preciosas vistas a la distancia de los cerros verdes llegando hasta la orilla del mar y los atardeceres de película, el pueblo tiene un encanto particular que lo hace único. Como dicen los australianos, esa "vibe" (onda), se siente desde el minuto que uno llega: las calles son chicas y angostas, casi no se ven autos andando por las calles por lo que no existen los cruces para peatones, la gente camina libremente por las calles y los autos deben esperar. Hay miles de cafés y restoranes chicos, nada es masivo y cada lugar tiene alguna gracia que invita a quedarse. El 50% del comercio está basado en centros que ofrecen todo tipo de terapias y tratamientos alternativos que prometen curar del estrés y el cansancio, centros de yoga, meditación, etc., todo con una onda esotérica laid-back pero en un estilo bien lounge y no hippie como el Valle del Elqui, por ejemplo. Y todos los restoranes y cafés ofrecen en sus menús platos basados en ingredientes orgánicos y eco-friendly. Gus, tú hubieras gozado aquí, porque además esta onda se entremezcla con el surf y la filosofía 'no worries, mate!' en su máximo esplendor. En este lugar está además Cape Byron (donde está el faro), que es lugar más al Este en continente australiano, o sea, el lugar donde pude estar más cerca de Chile, estando parado en Australia!


El hecho de que todo era más bien lounge también se reflejaba en nuestro "hostal": teníamos una pieza para los 4 en una especie de Apart Hotel que encontramos en internet con una promoción de última hora, a la orilla del mar, con la playa en el jardín, literalmente. Es cierto que después del hostal de Coolangatta cualquier cosa podía ser mejor, pero de verdad esto estaba totalmente fuera de nuestras expectativas, o al menos de las mías. Porque igual mis compañeros de viaje como que estaban acostumbrados a las costas azules francesas y las temporadas estivales sicilianas, así que igual de repente mi entusiasmo por este tipo de cosas dejaba entre ver mis orígenes latinoamericanos! En general, esta etapa del viaje fue a un nivel muy superior al que yo ya me había acostumbrado en mis viajes mochilero-style comiendo sanguruchos de mortadela en las veredas, fue una especie de mochileo estilo europeo, bien bien poco redneck.


Fueron días de relajo total y tranquilidad máxima en la playa, donde de verdad pudimos descansar mucho, justo lo que necesitábamos después de un semestre tan "estresante" en UNSW, jajajaja! No, pero fuera de bromas, fue un viaje de verdad muy ameno, tranquilo, donde podíamos disfrutar bien de cada lugar sin tener que andar corriendo y sin apuros, pudimos aprovechar la playa, bañarnos en el mar y alejarnos por algunos días del frío de Sydney, el cual yo había subestimado... en Sydney HACE frío! Como grupo nos supimos entender muy bien y todos andábamos 'en la misma parada', por lo que tomar decisiones no costaba nada y todos queríamos hacer más o menos lo mismo. Fue una super buena oportunidad para reencontrarme con estos amigos del principio del intercambio que por viajes de unos u otros y 'topes de agenda' no nos veíamos hace tiempo y fortalecer una muy buena amistad, mal que mal, los amigos acá pasan a ser como tu 'familia del intercambio'.



El último día decidimos irnos más o menos temprano de Byron Bay para alcanzar a ir de nuevo hacia el Norte y conocer Surfers Paradise, una ciudad que por su nombre -que parece el nombre de un parque de diversiones de Disney- y por dárnoslas de mochileros shuper alternativos, no nos había llamado la atención conocer, priorizando los pueblos más chicos. Pero desde Coolangatta el primer día habíamos visto el skyline de la ciudad a la distancia y se veía impresionantemente grande y moderna, por lo que decidimos darle una oportunidad el último día. Fue como llegar a Miami Beach, una Australia muy diferente a la que había conocido hasta ahora, al menos al estilo pueblerino y rural de las demás localidades de la zona. Es como si hubiesen decidido construir todos los rascacielos de Australia en el mismo lugar, uno al lado del otro, a la orilla del mar. Esta ciudad acumula todos los resorts y hoteles donde los australianos vienen a pasar sus vacaciones de verano, y es además el Orlando aussie, con una alta densidad de montañas rusas y toboganes de agua por metro cuadrado. Fue interesante conocerla porque es una ciudad muy diferente a la típica ciudad australiana, mucho más parecida a las ciudades gringas, y sin el encanto de los pueblos chicos como Byron Bay.




La vuelta a Sydney fue un poco distinta a mis anteriores 'vueltas a casa'. Esta vez no llegaba a mi depto. de siempre, sino que a mi nueva vida en Coogee, de "allegado" en el depto. de Jillian. A pesar de que estaba todo conversado y yo hasta tenía llaves para entrar, igual toda la situación me complicaba un poco porque en el fondo yo llegaba a invadir la casa de un australiano que vive todo el año aquí, a vivir en su casa, a usar su cocina, su baño, sus platos, etc. Los primeros días ni siquiera lo vi porque estaba enfermo y no salía de su pieza, por lo que era aún más raro sentir que estaba viviendo en la casa de alguien, sin ni siquiera haber dicho "hola, llegué...". Ahora la situación ya está más normalizada porque ya hemos hablado un par de veces y es un buen tipo, pero yo todavía me estoy acostumbrando a esto de vivir en 'casa ajena' y con menos independencia que la que tenía viviendo en mi otra casa. Es rara la situación porque es como si yo estuviera 'de invitado' en la casa, pero donde el dueño es un total desconocido, no sé si se ilustra el asunto... y las conversaciones son del tipo 'hablar para sobrevivir', medias forzosas con frases como "hace frío hoy, eh?"... jajaja! Pero bueno, me río sólo de estas cosas y sé que son parte del cuento, así que decidí no hacerme problemas y aplicar filosofía 'de ahí veeeeeemos'.


El hecho es que estoy feliz viviendo en Coogee, me encanta este barrio, esta playa y me siento 'como en casa' aquí. Todas las mañanas salgo a caminar por el sidewalk a la orilla del mar y cada día gozo más con lo bonito del barrio y la playa, con las calles en los cerros, con el estilo de vida de los australianos trotando, surfeando y nadando en el mar aunque estemos en Junio! Me encanta ver cómo la gente goza y aprovecha su barrio y su ciudad a concho. Y yo trato de hacer lo mismo cada día. Me compro algo para almorzar y me siento en las escaleras de la playa con mi música a simplemente mirar y asombrarme con todo, cómo cambia la vida vivir a pasos del mar :) Santiago debería estar en Valparaíso...!



Estos días han sido como los primeros días en Sydney en febrero, en el sentido de que no tengo universidad y ando como de vacaciones turisteando por ahí, pero con la diferencia de que ahora sé dónde estoy parado, tengo mis lugares favoritos donde ir, y puedo disfrutar de todo mucho más que al principio, sobretodo porque ahora cada vez que veo algo o estoy en un lugar de la ciudad pienso que quizás ya sea la última vez que vea o visite antes de volver a Chile. Son mis últimos 10 días viviendo de forma estable en Sydney. Han sido días bien entretenidos. Después de llegar de Gold Coast mis flatmates de la casa antigua me tenían organizada una comida oficial de despedida en la que cada uno preparó un plato típico de su país: Enzo y Marco prepararon una pasta bolognesa, Magda unas hamburguesas polacas con puré, Elena un guiso ruso de carne con cebolla, Sebastien y Helene que también fueron hicieron un 'gâteau chocolat', y mi flatmate árabe había comprado una torta para todos. Yo preparé bistec a lo pobre. Fue super emocionante ver que todos se hubiesen preocupado tanto y le hayan puesto tanta dedicación a hacerme una despedida, porque no me lo esperaba. En general, estos días me he dado cuenta de lo mucho que voy a extrañar a mis amigos exchange, y parece que a todos les está pasando porque nuestras conversaciones son todas del tipo "cuando vayamos a Chile..." o "cuando yo los vaya a ver a...", haciendo planes para nuestras futuras reuniones en distintos lugares del mundo.




Me he dedicado a seguir conociendo lugares de Sydney que todavía me faltaban por conocer: fui a visitar la University of Sydney, que había sido otra de mis opciones para el intercambio y que es la más antigua de Australia. Nada que ver a UNSW, con edificios antiguos tipo Casa Central versión aussie, muy chora. También fui a recorrer Paddington, un barrio de Sydney tipo Notting Hill, lleno de parques, galerías de arte y con puras casas de las que me gustan a mi, esas pareadas con los balcones y porches de fierro. Y también fui a ver el último día del light show en el Opera House. Y así, cada día aprovechando que ya no tengo que ir a clases -ni ponerme a estudiar todavía- me agarro alguna micro y parto a explorar algo nuevo. Por ejemplo, mañana vamos a ir con mis amigos a comer a un restaurant chileno que se llama "La Picada de Colo-Colo" en las afueras de la ciudad, y que descubrí en una revista para latinos que circula por Sydney.



En lo último de las conexiones transatlánticas, conocí a Elise, una australiana buena amiga de Lora de su intercambio en Bocconi, e hicimos un llamado oceánico que de nuevo hizo temblar a la oficina RAI y las tías del intercambio.


En eso estoy por ahora, gozando cada minuto al máximo de lo que me queda en Sydney, "haciendo hora" para mi examen de Australian Economic Development, y preparándome para mi SouthEast Asia Trip que está cada vez más cerca!

Sé que en Chile están de fiesta con la famosa gripe porcina, qué locura! Acá en Australia casi no se habla ya del tema... Para mis amigos y mi novia preciosa que ya terminan el semestre, mucho ánimo, falta poco para las vacaciones y para vernos de nuevo. Los quiero mucho y los echo (mucho) de menos! Un abrazo gigante! :)






























4 comentarios:

DAD dijo...

Excelente tu blog...como siempre super entretenido....esas amistades de exchange no se olvidan jamas y muy probable que te encuentres con ellos en el futuro.....Coogee es fascinante y veo que lo estas recorriendo a concho...como estuvo la comida en LA PICADA DEL COLO COLO.... te va quedando cada vez menos tiempo por esos lados, gozalo a concho


Un beso

DAD

Magdalena Ovalle dijo...

Me uno a los halagos de tu padre, muy bueno el blog...
Aprovecha como lo has hecho hasta ahora en este mes y medio que te queda por esos lados! Acá te vamos a estar esperando =)
Tqm! un beso gigante!

Laura R dijo...

jajajaja existe un gran issue, que es el entrar a la pieza del hostal cuando están las luces apagadas y todos duermen jajaja
es una lata eso de lo hostales...gente rara, de otros países.....como que toda la ilusion la raja de "me voy de intercambio a conocer nuevas culturas!!!" se transforma en "oh no! nuevas culturas!" jaja en fin, después uno ríe.

roby te echo de menos, faltast mucho mucho en la cena de gala!
Pero seguimos acá, los mismos pelagatos de siempre, esperando fieles jaja
besos!

Gusa dijo...

Laura me robaste mi ultimo post que decia "TUS PERROS FIELES"....inventate tus propias gracias para el tio robert. VA VENGA! VALE!

R mate!
Bueno acá la vida es fria, sin esa playa, sin viajes, pero harto trabajo. Jaja! Yeaaah!. En verdad hace 2 semanas que no tengo vida propia, lo que me ha hecho tener que despejarme cada noche de semana en una mini juerga a la que denomine PARTY MODE.

Esto dado a que de lunes a viernes no vivo en cuanto a los MULTIPLES trabajos en grupo que me hacen hacer, (EAA300's is a group-based-bitch) y mi nueva filosofia de sabado y domingo no study bingo, he tenido que salir a despejarme en las noches santiaguinas bien frias, pero llenas de juerga o seudo juerga.

La cosa es que ya termina la presión estudiantil, y se viene 1 mes de winter break -not that glamorous- pero es lo que hay.

Existen planes, pero como ya sabrás esta comunidad está algo disuelta, pero kawa banga, kangreburguer, chimichanga, tim tams! FILO PERRIN, ME MUERO!, ya se verá. Por mi parte tengo ganas de ir a san pedro andar en bici por el valle de la luna, bañarme en playas vírgenes de la 2da y 3ra región, y hacer un road trip take II con una compañía que aún no se quienes serán.

Bueno eso por ahora, lo de la porcina, es un mito, no le creas a nadie es la nueva estrategia all ways surprising, para atraer solo a valientes turistas capaces de enfrentarse a los metros bien bien infectados.

YA te dejo, acabo de escribir por los meses de abstinencia postalera, de mails etc.... sorry x eso, queso leso. UN ABRAZO!

Katja or catch ya later at english bay, piscola shell lender not invited.