sábado, 28 de febrero de 2009

O-Week

La semana pasada, UNSW se volvió a llenar de gente para empezar un nuevo año. Empezó lo que acá llaman “O-Week”, el Orientation Week de la universidad.
Pero antes, les cuento que al día siguiente de la última vez que escribí, fui con un grupo grande de mis compañeros de exchange y junto con algunos de los “Aussie Mates” (un programa que tiene la universidad acá en el que un alumno australiano de UNSW apadrina a un alumno de intercambio para darle datos y apoyarlo al menos en la primera etapa de universidad, aunque yo todavía no conozco al mío porque está trabajando y no ha ido a ningún evento exchange) a Tropfest. Es un festival de cortometrajes que se hace al aire libre, en uno de los parque más grandes y conocidos de Sydney, The Domain, al lado del Opera House y de los Royal Botanical Gardens (si ven las típicas fotos aéreas de Sydney, se van a dar cuenta de que justo al lado del Opera House hay un manchón verde enorme… ahí fue el festival). Yo la verdad no iba con muchas expectativas, pero igual era como una actividad “semi-oficial” para los exchange, así que iba igual para no sentirme F.O.M.O. (el gran aporte de la cultura aussie, y donado a este blog por Laurita, para lo que cotidianamente siente un alumno de intercambio con tanta actividad, que la mayoría de las veces no se avisan sino que uno se entera un par de minutos antes de que empiecen porque alguien te manda un mensaje al celular o porque casualmente viste que muchos de los nuevos amigos internacionales que tienes en facebook ‘are attending’ un cierto evento, y significa “fear of missing out”). Pero la verdad es que resultó ser increíblemente bueno y entretenido, un panorama que de verdad no había que perderse, todo Sydney estaba ahí! Llegamos como a las 3pm a este parque, como con 33° de calor, porque Jon, el chief aussie mate, nos había dicho que iba a estar ‘really packed’ y que el evento era ‘massive’, así que había que agarrar un lugar en el pasto temprano para tener una buena visibilidad de la pantalla y no quedar detrás de un árbol. Bueno, y efectivamente a esa hora ya estaba super lleno el lugar, miles de personas echadas en el pasto con sus quitasoles, sillas de playa, toallas, cojines, manteles de pic-nic y, por supuesto, sus buenos cocavís para entretener al paladar y hacer más amena la espera, porque la primera película empezaba recién e las 7:30pm. Me entretuve mucho mirando a todos los personajes que habían cerca, todos muy buenos representantes de la cultura australiana: un team de chiquillas ya no tan chiquillas, más bien SEÑORAS!, que le estaban haciendo una despedida de soltera a una de sus amigas, todas con poleras iguales que se habían mandado a hacer que decían “Emma’s HEN’S FEST 2009”, con copas de colores pegándose unos buenos guascazos a tempranas horas del día. También una familia super australiana, que habían ido en patota, desde la bisabuela hasta el último de los bisnietos, habían cercado un pedazo de parque sólo para ellos, yo creo que se habían ido a alojar la noche anterior, habían llevado sus banderas australianas y quitasoles de esos que se ponen como jockey en la cabeza. Otros iban en pareja, otros solos, otros con amigos (con cooler, parrilla, etc.), la mayoría con su buen canasto de pic-nic, una botellita de vino y unos quesos para el aperitivo. Al medio de la explanada de pasto donde nos sentábamos, estaba la estructura con las 3 pantallas gigantes que apuntaban hacia todos los sectores del parque. Durante la tarde el parque se fue llenando cada vez más (y por suerte la temperatura fue bajando un poco), pero todo con un orden impresionante, la gente respetaba los caminos que estaban demarcados para circular, nadie se sentaba en los caminos, habían como 500 baños químicos para las casi 100.000 personas, todos impecables, vendían chicken rolls y choripanes aussies con cebolla frita pero de lujo!, y además te pasaban regalando platos, cubiertos y vasos biodegradables para que comieras en ellos, además de bolsas de distintos colores para que cada grupo clasificara su basura y al final del festival te llevaras la basura contigo y la botaras en unos basureros especiales (de los colores de las bolsas), dependiendo de si era reciclable o no, orgánico o no, etc. Y bueno, lo más impresionante de todo esto es que era absolutamente GRATIS! Y la gente respeta todo, sigue las instrucciones, cuidan todo, se llevan la basura a las casas para no dejar el parque sucio!! Eso es algo que no me deja de llamar la atención acá y que explica tantas cosas: los habitantes de Sydney QUIEREN a su ciudad, la GOZAN a concho, CUIDAN lo que es suyo y DISFRUTAN con todo lo que tienen a la mano, porque saben que es impagable y único en el mundo!!! El festival estuvo buenísimo, mostraron como 10 películas, todas excelentes y que uno podía ver con toda tranquilidad porque no volaba una mosca en el parque mientras las daban, un RESPETO increíble!
Al día siguiente empezaba O-Week en la universidad y, aunque no habían actividades oficiales ese día para los exchange, como me queda tan cerca partí igual a ver qué había (porque además las señoras del intercambio nos habían dicho que iba a estar “massive” –les encanta ese término-). Me encontré con el Kensington Campus sobre revolucionado y lleeeeeeeno de gente, mares humanos que circulaban por los lugares que yo había visto tan vacíos en mis primeras idas a la universidad. Durante O-Week, que vendría siendo como la primera semana de clases en la UC, cuando reciben y les hacen bienvenidas a los novatos, sólo que en O-Week no hay clases durante esta semana, y sólo que en O-Week no te mechonean, y sólo que O-Week es en Australia; se ponen stands de los miles de miles de clubes y organizaciones de alumnos que existen dentro de la universidad: de verdad es increíble, es una universidad tan grande y tan masiva (recibe a 9000 novatos cada año) que de verdad, existe un club u organización para lo que se les ocurra! Acá es muy común que si eres alumno de UNSW estés en uno (o en varios) de los clubes (que son todos de deportes, desde fútbol y tenis, hasta remo, cricket y esgrima), porque no existen los ramos de deportes. Además de los clubes están las organizaciones creadas por alumnos en torno a algún hobby, creencia religiosa, o filosofía de vida: alumnos de sri-lanka, de indonesia, chinos, chinos católicos, chinos budistas, musulmanes, cristianos, bike club, tarot club, circus club, hasta el más raro de todos los que vi: “jelly bean eating contests association”. Yo me inscribí en el club de water ski y wake board y en el de outdoors. El de ski tiene salidas casi todas las semanas por el día a esquiar a un río cerca de Sydney (que según el presidente no tiene cocodrilos, esperemos que sea cierto), y además algunas salidas que son por todo el fin de semana. En estos paseos ellos te pasan todo el equipo (esquíes, salvavidas, traje, lancha, piola, etc.) y tú sólo pagas como 5 dólares australianos (2 lucas) por cada esquiada de 10 minutos (esto es para sacarle pica al Chico). El de outdoors es la misma idea, pero los paseos son a los Blue Mountains, y uno puede elegir entre rock climbing, hiking, canyoning, kayaking, etc., montañismo1con ernestoNOT!
El martes y el miércoles tuvimos las sesiones de orientation especialmente para los exchange. Eran como unas charlas hechas por las señoras del intercambio aussies en donde te explicaban miles de cosas del intercambio y de la vida en Australia, desde cómo y dónde buscar casa (very useful NOW, thanks!) hasta cuáles son los mejores surfing schools de Bondi Beach (hasta fueron de uno de ellos a hacernos una demostración de surf dentro del auditorio donde se hacían estas charlas), o de cómo el “Slip, Slop and Slap” (SLIP in a long-sleeved t-shirt and a hat, SLOP a pair of ‘sunnies’ –sun glasses-, and SLAP your face with sunscreen) y el “Swim between the flags” se van a convertir en nuestro estilo de vida.. Bueno, y estos dos días, después de las “compulsory sessions” tuvimos actividades organizadas por los aussie mates: un asado el martes (acá todos los asados universitarios son con unos chorizos tipo “lugánica” que viene en rollos como de 20 metros y la van cortando con tijera -debe ser como la versión australiana de las hamburguesas Acuenta de los asados de Comercial- que te la comes en un pan de hot-dog con cebolla frita, lechuga y BBQ sauce), y ese día en la tarde hice un paseo en bicicleta, desde Coogee hasta Bondi.
El miércoles tuvimos un “pub-crawling”… OK, esto sí que es bieeen australiano: significa que te armas un horario y un recorrido por un barrio específico (con horas determinadas y hasta con mapa!), para recorrerte toooodos los pubs de ese lugar y tomarte una cerveza en cada uno. Y lo cumplen! Partía como a la 1pm y terminaban a las 7pm… y uno se podía unir al circuito cuando quisiera siguiendo el horario que habían programado. Yo me fui con Brandon (gringo), Ivel (mexicana) y Wilhelm (indonesio-holandés) a recorrer primero Circular Quay y los Botanical Gardens, porque no habíamos ido nunca, y nos unimos al pub-crawling más tarde. Yo estuve un rato y de ahí me fui a la Catedral a misa de Miércoles de Ceniza.
Las actividades para los exchange cerraban con un paseo por el día el jueves: fuimos casi 90 de los 150 alumnos de intercambio, más las 3 señoras de la oficina de intercambio, a un day trip al Royal National Park, en Bundeena, como a una hora al sur de Sydney. El lugar era super choro, con unas playas que parecían del Caribe, mar tibio, sin olas, y agua turquesa. Estuvimos todo el día ahí, haciendo bush-walking (así le dicen al trekking acá) por los roqueríos, durante el cual la señora del intercambio que iba como guía (Pauline, una señora muy british-five-o’clock-tea-polite), nos hizo atravesar por equivocación una playa nudista, jaja! Nos bañamos toda la tarde en el mar y fue la primera vez desde que estoy en Sydney que me baño en el mar relajado y disfrutando, porque en las playas de la ciudad siempre había estado preocupado por los tiburones y los ataques que reportaban cada día.
El viernes me dediqué a mis labores de dueño de casa, la parte no-surfer de Sydney, hacer el laundry, lavar y cambiar sábanas, tender ropa, cocinar, hacer el aseo del baño, etc. Y en la noche, mi amigos Giorgio (italiano) y Nicoló (italiano también, y que estudia en Bocconi), que viven juntos, nos invitaron a mí y a Brandon a comer a su casa, porque querían demostrarnos que los italianos saben hacer la mejor pasta dil mondo! Después de comida nos fuimos juntos (más una amiga griega de Nicoló) a King’s Cross, barrio de la vida nocturna, a World Bar, un pub donde sirven los tragos en teteras, y que era donde estarían el resto de los exchange porque había un concurso de grupos de música que tocaban ahí esa noche. Al final resultó ser bien “infierno en la tierra”, demasiado caro y los grupos nunca tocaron música… así que estuvimos un rato y nos tomamos un taxi de vuelta a nuestros barrios.
Hoy sábado me junté con la Flower, una prima de la Mane que andaba con su familia viajando por Australia. Muy simpáticos, me invitaron a sus panoramas que tenían para el día. Fuimos a 2 playas del norte de Sydney. La primera era Balmoral, una playa super cuica, metida en los barrios más high-class de la ciudad, rodeada por mansiones (yo creo que Nicole Kidman, Hugh Jackmann, Russel Crowe y otros hits australianos tienen sus mansiones ahí). Después nos fuimos a almorzar a Manly y aprovechamos la playita toda la tarde. Fue muy rico haber sido adoptado al menos por un día por una FAMILIA, hablar en “chileno” relajado y siendo entendido (después de un mes hablando en inglés) y recorrer Sydney en auto, manejando al lado izquierdo y todo (después de un mes moviéndome en micros y ferries).
Y ahora escribo mientras voy viajando arriba del tren camino a mi próxima aventura: MELBOURNE! En vista de que las clases empiezan el 9 de marzo y que la próxima semana no había nada importante para los exchange en la universidad, decidí aprovechar estos días antes de entrar a clases para conocer esta ciudad, la segunda más grande después de Sydney, sede del Australian Open del ATP y de una fecha de la F1. Queda a 1000 kms. al suroeste de Sydney, el viaje en tren se demora como 11 horas y me quedo allá por 5 días, o sea, que pasaré mi cumpleaños en Melbourne! Voy a juntarme con 2 canadienses de intercambio en UNSW, que también se iban a Melbourne en estos días, y probablemente hagamos juntos el Great Ocean Road!
Les mando un abrazo grande a todos mis fieles seguidores, gracias por pegarse la lata de leer (y entender) estos tratados! Me hacen sentir muy acompañado con sus comentarios!
Cheers, mates!


viernes, 20 de febrero de 2009

Arriving and Surviving

I’m back!
Luego de algunas semanas de receso en el blog, vuelvo a las pistas para dejar un registro y contarles cómo han sido estos 20 primeros días de mi intercambio.
Uff, han sido días intensos. Han sido miles de cosas las que han pasado desde que pisé Aussie Land y millones las sensaciones y emociones que he sentido desde el día que me subí al avión en Santiago. He querido sentarme a escribir en el blog desde que llegué, pero de verdad no había tenido un minuto de tranquilidad hasta ahora para hacerlo. Seguramente no podré registrar absolutamente todo lo que he vivido y sentido en estas primeras semanas, pero haré el mejor esfuerzo por expresarlo.
Lo primero que me pasa al mirar hacia atrás desde el día que llegué, es que siento que llevara mucho más de 20 días fuera de Chile. He vivido cada día a concho y como buena aventura que es toda esta experiencia, cada día es impredecible y puede dar varios giros mientras dura.
Pero empecemos por el principio: OK, esto del intercambio se puede describir como una avalancha de sensaciones y emociones distintas, que van y vienen y que cambian varias veces cada día… se podría decir que uno se vuelve un poco bipolar en ese sentido durante los primeros días. De la euforia de la despedida en el aeropuerto y las miles de sensaciones que tenía en el cuerpo; alegría, pena, emoción, ansiedad, miedo, felicidad, aventura, duda, seguridad… entré a Policía Internacional y es ahí donde realmente me cayó la teja de que de verdad, de verdad me estaba yendo de intercambio por 6 meses a Australia. Creo que hasta ese momento no tenía una noción clara de lo que subirme a ese avión significaba en realidad. Y bueno, ahí estaba, con mis maletas embarcadas, con mi mochila y mi computador en mano, con un pasaje y frente al avión que me llevaba al otro lado del planeta, solo, a un lugar desconocido y sin conocidos, a un lugar que tendría que aceptar como mi casa por los próximos 6 meses de mi vida. Y además no llegaba a un lugar propio, sino a tener que buscar un lugar donde vivir, con todo lo que eso significa tomando en cuenta que uno ni siquiera sabe tomar una micro en el lugar al que llega.
En el avión me tocó la pantalla de juegos y películas mala, por lo que eso me dio más tiempo para irme pensando y meditando sobre lo que sería esta experiencia. Creo que en esas 17 horas no pude dormir casi nada por la cantidad de cosas que se me venían a la cabeza, y la “bipolaridad emocional” empezó ahí, porque por ratos estaba lo más feliz del mundo y emocionado con la aventura que empezaba, pero después pasaba a sentir que quizás había sido una mala decisión, a pensar en todo lo que dejaba atrás en Chile, y además todas las responsabilidades que se me venían encima al llegar me ponían un poco nervioso. A todo esto hay que sumarle el hecho de que estaba viajando solo a otro país, independiente de por cuánto tiempo y por qué motivo, por lo que iba en estado de “alerta permanente”, preocupado de los papeles, documentos, maletas, aduanas, robos, etc. Pero al rato volvía a la felicidad máxima y la ansiedad por llegar luego y al fin poder conocer la que sería mi nueva ciudad y empezar lo que había planificado por casi un año.
La llegada fue increíble, desde el avión fue como llegar a Jurassic Park, ver la costa de Australia desde el avión, con los acantilados, el mar color turquesa y el verde intenso de los bosques de New South Wales, era igual que estar llegando a otro mundo… finalmente estaba en Oceanía, al otro lado del planeta. Adelantar el reloj 14 horas fue otro shock, porque es como vivir en una dimensión paralela: mientras en Chile se levantan en la mañana, yo acá en Sydney me estoy acostando, terminando el día que en Chile recién empieza. Este cambio de hora hizo que la llegada fuera aún más caótica, porque anduve como 5 días sin saber ni cómo me llamaba, cayéndome de sueño a las 7 de la tarde, y despertándome a las 4 de la mañana. El jet lag no es un mito, puedo decir que es real y afecta harto!
Llegué a mi hostal que era bien rico y super bien ubicado, justo en el centro de Sydney, a pasos de todo. Pero yo venía agotado y en el hostal me encontré con la locura nórdica en pleno: puras cabezas albinas escandinavas y un ambiente tipo Wild On de party all day and night long que hubiese sido super entretenido en otras circunstancias, pero super poco acogedor y desagradable tomando en cuenta que yo venía a Sydney a VIVIR. Pasé 4 días en el hostal, con mis 2 maletas tiradas por ahí en una pieza a la que entraba y salía gente X todo el día, con el jet lag que me tenía con los horarios cambiados, tratando de coordinarme con Chile con los horarios para hablar desde unos ciber cafés repletísimos y carísimos.
Durante el día salía a recorrer lo más que podía de Sydney. Y aluciné con esta ciudad: es impresionante! Todo funciona perfecto, los buses tienen una puntualidad british increíble, todos los paraderos tienen una tabla con los horarios de las micros y si la micro dice que va a pasar a las 6:17, a esa hora clavada está ahí la micro. Me recorrí el centro desde arriba abajo como 15 veces en esos 4 días, desde Central Station (la estación central de trenes y buses), hasta Circular Quay (puerto desde donde salen la mayoría de los ferries de Sydney, que están interconectados con el transporte público de micros y metro). Ver el Opera House en vivo y en directo y el Harbour Bridge me hizo sentirme como adentro de una postal, o de una película… fue increíble estar ahí la primera vez, me volví loco sacando fotos e ir a ese lugar se ha transformado en una especie de peregrinación desde que estoy acá, porque cada vez que ando un poco bajoneado echando de menos, me pego una vuelta por mi Opera House y se me arregla el día!
Por eso digo que uno es medio bipolar acá (al menos durante esos primeros días): porque dentro de toda la euforia de estar en estos lugares, uno se siente realmente SOLO, caminas solo por ahí, viendo todo, con mi cámara de fotos y mi Lonely Planet… ni siquiera tienes alguien quien te saque la foto, y además pasaban por al lado mío familias enteras o parejas riéndose juntos y comentando todo… y a mi pucha que me hubiese gustado estar igual con mi Maida, mi familia y mis amigos gozando con todo!
Bueno, pero aparte de estos puntos bajos, la verdad es que no puedo estar más contento de estar acá, pero más que contento, AGRADECIDO! De todo, de poder tener esta oportunidad, me siento el ser más afortunado de poder estar aquí y viviendo esta experiencia, del cariño que recibo todos los días y que siento como si fuera en persona, de mi Maida, de mis papás, de mis suegros, de mis hermanos, de mis cuñados, de todos mis amigos, que siguen mis fotos por Facebook, me mandan mails, hablando por Skype, etc. Los siento a todos muy cerca y me acompañan todos los días en esto, les doy las gracias por todo ese cariño que me da fuerzas y energía todos los días!
Siguiendo con el recuento de estos días, el siguiente paso fue encontrar un departamento/pieza/casa/carpa/ocualquierotracosaquemepermitierasalirdelhostal! Gracias a Dios y a Dunsmore’s Luck, el primer lugar al que vine a hacer una “inspection” fue el lugar donde me quedé. Encontré un aviso pegado en un poste cruzando la calle, lo vine a ver y al tiro me encantó y supe que quería vivir aquí. Igual sentía que tenía que ver más opciones y luego decidir, así que visité un par de lugares más que resultaron ser bastante “crappy” por lo que me decidí por éste y me mudé al tiro. Lo mejor de todo es que me queda a 5 minutos caminando de la universidad, así que puedo ahorrar muchos aussie bucks en micros. Vivo en una casa de 2 pisos, cada piso independiente del otro, con entradas separadas, 10 piezas en cada piso, y una cocina en cada piso que se comparte entre las piezas del piso. En mi piso vive un italiano, un francés, un inglés, una italiana y una francesa, todavía quedan algunas piezas disponibles que vienen a visitar casi todos los días, así que la casa se va a llenar luego. Casi todos ellos son jóvenes que se vinieron a trabajar a Australia, así que tienen horario de oficina, pero lo común es que en las tardes nos encontremos en la cocina de la casa y ahí cada uno se cocina algo y comemos juntos o conversamos un rato.
La universidad es otra cosa de la que estoy feliz con mi decisión! He ido a otras universidades con las que la UC tiene intercambio acá, y cada día estoy más contento con haber elegido UNSW. El campus es enorme, y además está construido sobre una loma, así que tiene miles de escaleras por todos lados, y es casi como caminar por otra ciudad para ubicarse adentro. Yo me compré una bicicleta en un garage sale así que me voy en bici a la “uni” (como le dicen los aussies) y la dejo amarrada con candado. Ya tengo mis ramos listos para empezar las clases el 9 de Marzo.
Después de instalarme en mi casa, y de haber pasado como 3 días en que lo pasé super bien llendo a comprar olla, sartén, platos, vaso, cubiertos, etc., y buscando el lugar más barato (a todo esto, aprendí que los sartenes son el utensilio de cocina más caro de la Tierra!), me vino la sensación de decir “Bueno… y ahora qué??” Ya estaba instalado en mi casa, con los ramos listos en la universidad, todavía con 2 semanas sin actividades oficiales por delante, y por lo tanto aún sin conocer a nadie. Tenía días que llenar, pero el clima se había echado a perder (había pasado de los 40°C de los primeros días, con 90% de humedad, a la lluvia y el frío en la mitad del verano… aunque fue buena para apagar los incendios de Victoria), así que esos días también estuve echando harto de menos y me volví a sentir bien solo. Sentía que necesitaba ya el cariño físico… es super raro pasar tantos días solo solo, sin tener a nadie de confianza a quien uno sabe que le puede decir cualquier cosa y te va a entender… lo que más echo de menos son los ABRAZOS, el reír con ganas con mis amigos de cualquier tontera, el ser entendido al tiro!
Estando así tomé la decisón de irme a Canberra, la capital de Australia, para aprovechar de hacer algún viaje antes de empezar las clases. Me fui en tren y fue super choro haber salido de Sydney y conocer una ciudad mucho más australiana (eso no les había comentado… caminando por Sydney, es más probable pensar que uno está en China, Japón o Corea, que en Australia… de hecho hay un dicho acá que es “There are NO australians in Sydney”). Canberra es una ciudad artificial, que fue planificada completa en 1913 para ser la capital de Australia. El plano de la ciudad se basa en puros círculos concéntricos atravesados por 4 avenidas diagonales, todas apuntando hacia el centro de la ciudad (el círculo más chico) al medio del cual está el Parliament House, la casa de gobierno de Aussie Land. Yo me imaginaba que una ciudad tan planificada iba a ser mucho más “walking-friendly”, pero me di cuenta de que fue construida para los autos y no para las personas, todo queda a mínimo 3 kms. de distancia y todas las calles parecen autopistas, sólo en el centro hay unos pocos paseos peatonales. Fue super choro conocer una ciudad puramente australiana y por fin ver gente australiana pura en las calles! Eso sí, la ciudad muere a las 5 de la tarde, la gente desaparece y casi no hay vida nocturna, parecía pueblo fantasma. Dentro de Australia, Canberra es poco querida porque se dice que es la cuna de todos los “yuppies” australianos, todos banqueros o funcionarios de gobierno.
A la vuelta de Canberra tuve la primera actividad oficial del intercambio: un “Early Arrivers Arvo (Afternoon) Tea”. A este evento fueron todos los alumnos de intercambio de UNSW que ya han llegado a Sydney, en total éramos unos 100. Y bueno, siento que ese día si que empezó oficialmente EL INTERCAMBIO. O al menos pasé a la segunda fase del intercambio: creo de verdad que hoy si que ya se terminó finalmente la etapa de ajuste y empecé a vivir de verdad el exchange. Las primeras semanas sentí de todo y viví de todo, creo que sentí cada una de las emociones posibles que un ser humano puede sentir, y que nunca antes había sentido! Pero ahora miro para atrás y me impresiono de cómo uno aprende a conocerse a uno mismo en ese período, es algo que uno nunca ha vivido, es como un experimento psicológico con uno mismo!
Esta semana empezaron las actividades de bienvenida en la universidad y al fin pude interactuar y conocer GENTE, gente que ha estado al mismo tiempo, sin saberlo ni conocernos, en la misma situación que yo, y pucha que es rico sentir que no estabas solo en esto y empezar a acompañarse y hacer cosas en conjunto.
Estos días han sido bien locos y super intensos, entre bienvenidas, asados, idas a la playa, salidas a pubs en la noche, he conocido a MUCHA gente en MUY pocos días, ha sido demasiada información que recopilar y retener para tan poco tiempo! Probablemente a muchas de estas personas quizá no las vuelva a ver, pero por otro lado, uno siente que tiene que conocerlos a todos, y hablar con todos. Ha sido todo super entretenido! Desde el primer día se fue armando un grupo bien choro con el que hemos ido varias veces a la playa, asados organizados por la uni, etc., gente con la que te puedes relacionar de igual a igual y que te acompañan en esta aventura.
Así que en eso estoy por ahora, viviendo la vida del intercambio de la que tanto me reía con mis amigos en Chile cuando veíamos a los extranjeros del “librito azul”... con horarios poco comunes, comidas poco comunes, salidas improvisadas a cualquier hora y en cualquier circunstancia, sin aviso ni organización, que te hacen estar alerta y en modo de "siempre listo".
Lo más rescatable de todo y que me he dado cuenta más que nunca acá que es cierto, es que una de las mejores compañías cuando uno está solo, es UNO MISMO! A pesar de todo lo que pasa alrededor de uno, de todos los lugares y gente nueva, uno sigue siendo uno mismo, y uno mismo, junto con la ayuda de Dios, puede lograr cualquier cosa.


domingo, 1 de febrero de 2009

The Journey Begins

Hoy es mi último día en Chile.
Me parece increíble que ese 1° de Febrero de 2009 que tan lejano vi por tantos meses, haya llegado finalmente.
Hoy empieza la aventura.

Han pasado muchas cosas desde que escribí por última vez.

El día después de Navidad me fui a Rupanco con mis papás, el Patrick y la Maida. Llegar a ese ambiente de paz fue, como siempre, un regalo increíble, y la mejor forma para terminar un año cansador y empezar el nuevo con las pilas bien cargadas, un año nuevo que empezaría algo diferente para mi esta vez, pues el 2009 sería el año de mi intercambio.
Pasamos unos días muy ricos, bien familiares, con harta vida dentro de la casa y paseos porque el tiempo no estaba tan bueno para la playa. Tuve la suerte de recibir a varias visitas ilustres e internacionales: primero fue Lucy (australiana y alumna de UNSW) y unos días después vino Vreni (holandesa), ambas amigas y compañeras de cordada del semestre pasado en Montañismo, y que venían de vuelta desde Torres del Paine y miles de otros lugares que sólo los extranjeros (y no los chilenos) conocen de Chile. Compartir unos días con ellas fue super bueno, porque además de adentrarme en el mundo de la vida de un estudiante extranjero de intercambio, nos dio la posibilidad de acoger, como familia, a estas personas que ya llevan tantos meses fuera de su casa y de su país y que añoran cualquier tipo de afecto y cariño familiar. Además Rupanco tuvo el honor de tener a Gusa, que volvía a las pistas sureñas, como invitado. Fue super bueno poder despedirme de mi gran amigo pasando el Año Nuevo y unos días de relajo y vacaciones juntos. También nos visitó la famosa Vale B. desde Osorno, con quien pasamos otro día de lago y paseo en lancha y que nos fue a despedir para la siguiente aventura del año: Proyecta UC.

Unos días después del Año Nuevo partimos con Gus y la Maida rumbo a Puerto Varas para juntarnos con el resto de los proyectines que venían desde Santiago. Ese día nos separamos, pues a cada uno nos tocaba en comunidades distintas, donde viviríamos por los siguientes 10 días. A mi me tocón en el pueblo de Nueva Braunau y nuestra misión era construir una sede social para la Junta de Vecinos de una de las poblaciones del pueblo. Debo reconocer que en un principio iba algo desganado de dejar el paraíso rupanquino por esto, pero la experiencia de estos 10 días de trabajo desinteresado y voluntario, el cariño permanente que se recibe de parte de la gente, el ver cómo logramos que se involucraran en la construcción, el entusiasmo de los niños en los talleres de las tardes, cada uno de sus dibujos y regalos para el 'Tío Robin', la preocupación de las señoras Marcia y Mirza por llevarnos sandwiches y cafecito caliente a cada rato mientras construíamos, me dejaron realmente impresionado y aprendí a valorar como nunca las oportunidades que me ha dado la vida, y a darme cuenta de que sí es posible, poniendo sólo una gota de cariño y esfuerzo, marcar y dar un ejemplo a personas que han perdido la iniciativa, las ganas de vivir, de salir adelante y de superarse. Voy a acordarme siempre también de las 10 personas increíbles que fueron mi familia durante esos 10 días, ustedes saben quiénes son, si leen esto, sepan que me llevo a mi viaje los mejores recuerdos de nuestra comunidad 'tierni' y espero verlos a todos a la vuelta.

A la vuelta de Proyecta nos volvimos a encontrar todos en Puerto Varas. Ahí mis accionistas mayoritarios de Proyecta lograron que nos tocara volver en el mismo bus a la Maida, a Gus y a mi, así que antes de bajarnos con la Maida en Osorno (para volver a Rupanco), pude despedirme oficialmente de mis amigos.

En la segunda parte de Rupanco pude estar con el resto de mis hermanos, hermana, cuñadas, cuñado y con mis 7 sobrinos. Fue super rico poder vivir con ellos por esos días, todos de nuevo en la misma casa, tomando desayuno, almorzando y comiendo juntos. Hacía mucho calor por lo que ahora sí hicimos harta vida de playa, ski, pesca, campings, etc.

Volví a Santiago el 27 de Enero. De mi mamá me despedí en Rupanco antes de partir, y ya no la veo hasta Mayo cuando vayan a verme con mi papá.
Llegando a Santiago tuve que terminar de hacer los últimos preparativos de mi viaje. Tenía que comprar algunas cosas que necesitaba, cerrar cuentas, vender mi auto, hacer las maletas (trámite no tan simple porque nunca había tendio que pensar en llevar cosas para 6 meses y para prácticamente todos los estados climáticos posibles) y varias otras cosas que me tuvieron bien ocupado estos últimos días.
Ayer me despedí de mi papá que partía de vuelta al sur y me trasladé a pasar mi última noche y día en Chile con los O'Valley que me han adoptado estos días antes de mi partida. Ayer pasé el día en La Leonera donde al fin me pude echar en el pasto a descansar y dejar de correr haciendo trámites y reflexionar sobre todo lo que estoy a punto de vivir.

Estoy con sentimientos encontrados. Estoy tremendamente contento y más que agradecido por tener esta oportunidad. Han sido tantos meses de preparación que ya estoy ansioso por irme y vivir finalmente esta experiencia tan esperada. Pero por otro lado no deja de darme nervio partir a lo desconocido, a donde no tengo nada que sea realmente mío. Pero así es esto, yo lo busqué, y si no fuera así no sería lo mismo.

Todavía me cuesta creer que HOY me voy de intercambio 'for real' y que los preparativos se acabaron.

El intercambio y la aventura empiezan HOY.

Catch you later, Chile! (Aussie Goodbye)