I’m back!
Luego de algunas semanas de receso en el blog, vuelvo a las pistas para dejar un registro y contarles cómo han sido estos 20 primeros días de mi intercambio.
Uff, han sido días intensos. Han sido miles de cosas las que han pasado desde que pisé Aussie Land y millones las sensaciones y emociones que he sentido desde el día que me subí al avión en Santiago. He querido sentarme a escribir en el blog desde que llegué, pero de verdad no había tenido un minuto de tranquilidad hasta ahora para hacerlo. Seguramente no podré registrar absolutamente todo lo que he vivido y sentido en estas primeras semanas, pero haré el mejor esfuerzo por expresarlo.
Lo primero que me pasa al mirar hacia atrás desde el día que llegué, es que siento que llevara mucho más de 20 días fuera de Chile. He vivido cada día a concho y como buena aventura que es toda esta experiencia, cada día es impredecible y puede dar varios giros mientras dura.
Pero empecemos por el principio: OK, esto del intercambio se puede describir como una avalancha de sensaciones y emociones distintas, que van y vienen y que cambian varias veces cada día… se podría decir que uno se vuelve un poco bipolar en ese sentido durante los primeros días. De la euforia de la despedida en el aeropuerto y las miles de sensaciones que tenía en el cuerpo; alegría, pena, emoción, ansiedad, miedo, felicidad, aventura, duda, seguridad… entré a Policía Internacional y es ahí donde realmente me cayó la teja de que de verdad, de verdad me estaba yendo de intercambio por 6 meses a Australia. Creo que hasta ese momento no tenía una noción clara de lo que subirme a ese avión significaba en realidad. Y bueno, ahí estaba, con mis maletas embarcadas, con mi mochila y mi computador en mano, con un pasaje y frente al avión que me llevaba al otro lado del planeta, solo, a un lugar desconocido y sin conocidos, a un lugar que tendría que aceptar como mi casa por los próximos 6 meses de mi vida. Y además no llegaba a un lugar propio, sino a tener que buscar un lugar donde vivir, con todo lo que eso significa tomando en cuenta que uno ni siquiera sabe tomar una micro en el lugar al que llega.
En el avión me tocó la pantalla de juegos y películas mala, por lo que eso me dio más tiempo para irme pensando y meditando sobre lo que sería esta experiencia. Creo que en esas 17 horas no pude dormir casi nada por la cantidad de cosas que se me venían a la cabeza, y la “bipolaridad emocional” empezó ahí, porque por ratos estaba lo más feliz del mundo y emocionado con la aventura que empezaba, pero después pasaba a sentir que quizás había sido una mala decisión, a pensar en todo lo que dejaba atrás en Chile, y además todas las responsabilidades que se me venían encima al llegar me ponían un poco nervioso. A todo esto hay que sumarle el hecho de que estaba viajando solo a otro país, independiente de por cuánto tiempo y por qué motivo, por lo que iba en estado de “alerta permanente”, preocupado de los papeles, documentos, maletas, aduanas, robos, etc. Pero al rato volvía a la felicidad máxima y la ansiedad por llegar luego y al fin poder conocer la que sería mi nueva ciudad y empezar lo que había planificado por casi un año.
La llegada fue increíble, desde el avión fue como llegar a Jurassic Park, ver la costa de Australia desde el avión, con los acantilados, el mar color turquesa y el verde intenso de los bosques de New South Wales, era igual que estar llegando a otro mundo… finalmente estaba en Oceanía, al otro lado del planeta. Adelantar el reloj 14 horas fue otro shock, porque es como vivir en una dimensión paralela: mientras en Chile se levantan en la mañana, yo acá en Sydney me estoy acostando, terminando el día que en Chile recién empieza. Este cambio de hora hizo que la llegada fuera aún más caótica, porque anduve como 5 días sin saber ni cómo me llamaba, cayéndome de sueño a las 7 de la tarde, y despertándome a las 4 de la mañana. El jet lag no es un mito, puedo decir que es real y afecta harto!
Llegué a mi hostal que era bien rico y super bien ubicado, justo en el centro de Sydney, a pasos de todo. Pero yo venía agotado y en el hostal me encontré con la locura nórdica en pleno: puras cabezas albinas escandinavas y un ambiente tipo Wild On de party all day and night long que hubiese sido super entretenido en otras circunstancias, pero super poco acogedor y desagradable tomando en cuenta que yo venía a Sydney a VIVIR. Pasé 4 días en el hostal, con mis 2 maletas tiradas por ahí en una pieza a la que entraba y salía gente X todo el día, con el jet lag que me tenía con los horarios cambiados, tratando de coordinarme con Chile con los horarios para hablar desde unos ciber cafés repletísimos y carísimos.
Durante el día salía a recorrer lo más que podía de Sydney. Y aluciné con esta ciudad: es impresionante! Todo funciona perfecto, los buses tienen una puntualidad british increíble, todos los paraderos tienen una tabla con los horarios de las micros y si la micro dice que va a pasar a las 6:17, a esa hora clavada está ahí la micro. Me recorrí el centro desde arriba abajo como 15 veces en esos 4 días, desde Central Station (la estación central de trenes y buses), hasta Circular Quay (puerto desde donde salen la mayoría de los ferries de Sydney, que están interconectados con el transporte público de micros y metro). Ver el Opera House en vivo y en directo y el Harbour Bridge me hizo sentirme como adentro de una postal, o de una película… fue increíble estar ahí la primera vez, me volví loco sacando fotos e ir a ese lugar se ha transformado en una especie de peregrinación desde que estoy acá, porque cada vez que ando un poco bajoneado echando de menos, me pego una vuelta por mi Opera House y se me arregla el día!
Por eso digo que uno es medio bipolar acá (al menos durante esos primeros días): porque dentro de toda la euforia de estar en estos lugares, uno se siente realmente SOLO, caminas solo por ahí, viendo todo, con mi cámara de fotos y mi Lonely Planet… ni siquiera tienes alguien quien te saque la foto, y además pasaban por al lado mío familias enteras o parejas riéndose juntos y comentando todo… y a mi pucha que me hubiese gustado estar igual con mi Maida, mi familia y mis amigos gozando con todo!
Bueno, pero aparte de estos puntos bajos, la verdad es que no puedo estar más contento de estar acá, pero más que contento, AGRADECIDO! De todo, de poder tener esta oportunidad, me siento el ser más afortunado de poder estar aquí y viviendo esta experiencia, del cariño que recibo todos los días y que siento como si fuera en persona, de mi Maida, de mis papás, de mis suegros, de mis hermanos, de mis cuñados, de todos mis amigos, que siguen mis fotos por Facebook, me mandan mails, hablando por Skype, etc. Los siento a todos muy cerca y me acompañan todos los días en esto, les doy las gracias por todo ese cariño que me da fuerzas y energía todos los días!
Siguiendo con el recuento de estos días, el siguiente paso fue encontrar un departamento/pieza/casa/carpa/ocualquierotracosaquemepermitierasalirdelhostal! Gracias a Dios y a Dunsmore’s Luck, el primer lugar al que vine a hacer una “inspection” fue el lugar donde me quedé. Encontré un aviso pegado en un poste cruzando la calle, lo vine a ver y al tiro me encantó y supe que quería vivir aquí. Igual sentía que tenía que ver más opciones y luego decidir, así que visité un par de lugares más que resultaron ser bastante “crappy” por lo que me decidí por éste y me mudé al tiro. Lo mejor de todo es que me queda a 5 minutos caminando de la universidad, así que puedo ahorrar muchos aussie bucks en micros. Vivo en una casa de 2 pisos, cada piso independiente del otro, con entradas separadas, 10 piezas en cada piso, y una cocina en cada piso que se comparte entre las piezas del piso. En mi piso vive un italiano, un francés, un inglés, una italiana y una francesa, todavía quedan algunas piezas disponibles que vienen a visitar casi todos los días, así que la casa se va a llenar luego. Casi todos ellos son jóvenes que se vinieron a trabajar a Australia, así que tienen horario de oficina, pero lo común es que en las tardes nos encontremos en la cocina de la casa y ahí cada uno se cocina algo y comemos juntos o conversamos un rato.
La universidad es otra cosa de la que estoy feliz con mi decisión! He ido a otras universidades con las que la UC tiene intercambio acá, y cada día estoy más contento con haber elegido UNSW. El campus es enorme, y además está construido sobre una loma, así que tiene miles de escaleras por todos lados, y es casi como caminar por otra ciudad para ubicarse adentro. Yo me compré una bicicleta en un garage sale así que me voy en bici a la “uni” (como le dicen los aussies) y la dejo amarrada con candado. Ya tengo mis ramos listos para empezar las clases el 9 de Marzo.
Después de instalarme en mi casa, y de haber pasado como 3 días en que lo pasé super bien llendo a comprar olla, sartén, platos, vaso, cubiertos, etc., y buscando el lugar más barato (a todo esto, aprendí que los sartenes son el utensilio de cocina más caro de la Tierra!), me vino la sensación de decir “Bueno… y ahora qué??” Ya estaba instalado en mi casa, con los ramos listos en la universidad, todavía con 2 semanas sin actividades oficiales por delante, y por lo tanto aún sin conocer a nadie. Tenía días que llenar, pero el clima se había echado a perder (había pasado de los 40°C de los primeros días, con 90% de humedad, a la lluvia y el frío en la mitad del verano… aunque fue buena para apagar los incendios de Victoria), así que esos días también estuve echando harto de menos y me volví a sentir bien solo. Sentía que necesitaba ya el cariño físico… es super raro pasar tantos días solo solo, sin tener a nadie de confianza a quien uno sabe que le puede decir cualquier cosa y te va a entender… lo que más echo de menos son los ABRAZOS, el reír con ganas con mis amigos de cualquier tontera, el ser entendido al tiro!
Estando así tomé la decisón de irme a Canberra, la capital de Australia, para aprovechar de hacer algún viaje antes de empezar las clases. Me fui en tren y fue super choro haber salido de Sydney y conocer una ciudad mucho más australiana (eso no les había comentado… caminando por Sydney, es más probable pensar que uno está en China, Japón o Corea, que en Australia… de hecho hay un dicho acá que es “There are NO australians in Sydney”). Canberra es una ciudad artificial, que fue planificada completa en 1913 para ser la capital de Australia. El plano de la ciudad se basa en puros círculos concéntricos atravesados por 4 avenidas diagonales, todas apuntando hacia el centro de la ciudad (el círculo más chico) al medio del cual está el Parliament House, la casa de gobierno de Aussie Land. Yo me imaginaba que una ciudad tan planificada iba a ser mucho más “walking-friendly”, pero me di cuenta de que fue construida para los autos y no para las personas, todo queda a mínimo 3 kms. de distancia y todas las calles parecen autopistas, sólo en el centro hay unos pocos paseos peatonales. Fue super choro conocer una ciudad puramente australiana y por fin ver gente australiana pura en las calles! Eso sí, la ciudad muere a las 5 de la tarde, la gente desaparece y casi no hay vida nocturna, parecía pueblo fantasma. Dentro de Australia, Canberra es poco querida porque se dice que es la cuna de todos los “yuppies” australianos, todos banqueros o funcionarios de gobierno.
A la vuelta de Canberra tuve la primera actividad oficial del intercambio: un “Early Arrivers Arvo (Afternoon) Tea”. A este evento fueron todos los alumnos de intercambio de UNSW que ya han llegado a Sydney, en total éramos unos 100. Y bueno, siento que ese día si que empezó oficialmente EL INTERCAMBIO. O al menos pasé a la segunda fase del intercambio: creo de verdad que hoy si que ya se terminó finalmente la etapa de ajuste y empecé a vivir de verdad el exchange. Las primeras semanas sentí de todo y viví de todo, creo que sentí cada una de las emociones posibles que un ser humano puede sentir, y que nunca antes había sentido! Pero ahora miro para atrás y me impresiono de cómo uno aprende a conocerse a uno mismo en ese período, es algo que uno nunca ha vivido, es como un experimento psicológico con uno mismo!
Esta semana empezaron las actividades de bienvenida en la universidad y al fin pude interactuar y conocer GENTE, gente que ha estado al mismo tiempo, sin saberlo ni conocernos, en la misma situación que yo, y pucha que es rico sentir que no estabas solo en esto y empezar a acompañarse y hacer cosas en conjunto.
Estos días han sido bien locos y super intensos, entre bienvenidas, asados, idas a la playa, salidas a pubs en la noche, he conocido a MUCHA gente en MUY pocos días, ha sido demasiada información que recopilar y retener para tan poco tiempo! Probablemente a muchas de estas personas quizá no las vuelva a ver, pero por otro lado, uno siente que tiene que conocerlos a todos, y hablar con todos. Ha sido todo super entretenido! Desde el primer día se fue armando un grupo bien choro con el que hemos ido varias veces a la playa, asados organizados por la uni, etc., gente con la que te puedes relacionar de igual a igual y que te acompañan en esta aventura.
Así que en eso estoy por ahora, viviendo la vida del intercambio de la que tanto me reía con mis amigos en Chile cuando veíamos a los extranjeros del “librito azul”... con horarios poco comunes, comidas poco comunes, salidas improvisadas a cualquier hora y en cualquier circunstancia, sin aviso ni organización, que te hacen estar alerta y en modo de "siempre listo".
Lo más rescatable de todo y que me he dado cuenta más que nunca acá que es cierto, es que una de las mejores compañías cuando uno está solo, es UNO MISMO! A pesar de todo lo que pasa alrededor de uno, de todos los lugares y gente nueva, uno sigue siendo uno mismo, y uno mismo, junto con la ayuda de Dios, puede lograr cualquier cosa.
2 comentarios:
ROBERT!!!! al fin señales de vida!!!!! que bueno!
que gran post, amigo.
Que loco es leer sobre cómo es Australia, sobre como "there are no australians in Sydney" o de cómo canberra es una ciudad "inventada"
o sea, que raro cachar que en la alejadisima australia hay vida, gente, micros que funcionan perfecto, jovenes y banqueros (que son igual de odiados que en todo el mundo, maldición!!!)
no puedo creer tampoco que tengmos 14 hrs de diferencia! yopensaba que el maximo eran 12!
Está muy bueno el blog, roby, escribes muy bien (al menos me he sentido tan identificada con tantas cosas!) Te mando una abrazo LLENO de cariño de ese chileno, con harta palta y risas idiotas de hartas cosas estupidas (los mejores abrazos!)
Pd. mi amiga australiana me decía que con tanta actividad de intercambio siempre se sentia un poco F.O.M.O (fear of missing out), osea, de perderse "las geniales experiencias del intercambio". lo encontré un acierto y aporte de la cultura australiana!
a proposito, ella estudia en Sydney, aunque ahora esta trabajando en NY algun tiempo. Es DMASIADO simpatica. Le voy a escibir a ver si un dia te invita a almorzar a su casa. en italia le dije que uno de mis mejores amigos se iba a sydney y me dijo que te iba a invitar pa que no te sientieras FOMO jaja
Besos!
Roby acabo de leer tu post y creo que aparte de todo...tienes un talento para escribir!....y bueno para traspasar emociones y encimas y sinapsis a palabras.
Que te puedo decir!...hmm que creo que tienes la personalidad para lograr que el intercambio te de lo que tu quieras de él. Solo aprovecha y no lo pases nunca mal, acuerdate siempre que estás allá para disfrutar...en realidad en toda la vida estamos acá para disfrutar....Asi que sal, camina, come, gasta, jajaja! y anda en bicicleta que acá todo te estará esperando hasta que el tiempo decida que tienes que regresar.
Un abrazo gigante y sigue actualizandonos!
PD1:Se te extraña y cierto que este semestre va a ser raro sin montañas ni almuerzos con roby.
PD2: Creo que tu estilo super literario me influenció....y escribí más ordenado y poetico
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